jueves, 3 de noviembre de 2011

El arte de caminar, el arte de mirar, el arte de sentarse, el arte de estar solo, el arte de ser hijo, el arte de amar... Deseando que cada acción te acerque a ti, te entregue a la geometría del sentido. 
"Recalculando la ruta" dice mi corazón cada vez que se extravía, cada vez que se ausenta. Una palmada es suficiente para bifurcar, para desencaminarse e iniciar el nuevo paso, la nueva zancada. 
Ahora, yo, muy presente, deseándome virtuoso, queriéndome vivo... hace poco la noche de los muertos, el terror del impulso, la máscara del monstruo, la boca negra de la ausencia. 

Quedamos para disfrazarnos y todo se antoja un esperpento, un paisaje de acechadores y víctimas... en el fondo un retrato hiperrealista de lo no dicho sobre nosotros. 

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