miércoles, 26 de octubre de 2011

Y sin registro... en esta ausencia que no llega a ser frustrante pese a la intención de constancia. Estar aquí ahora con ánimo de hablar de lo sucedido, y sabiendo que no se trata de eso, no se trata de lo que pasó ayer o antes de ayer. Mamo ausencia cada día, un buen rato, una dosis intensa... una saturación oral... como todos, o casi todos. Los rostros en la calle claman ausencia y neurosis, la ciudad abierta al infierno, los ojos reclamando amor ante tanta carencia. A alguien se le cayeron unas botellas de cerveza en el supermercado, estallando sobre el suelo y salpicando a un hombre trajeado muy digno que contemplaba el estante de vinos caros. El causante del desastre pidió disculpas al hombre trajeado flexionando las rodillas. 

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