miércoles, 25 de julio de 2012

El minimalismo es el acercamiento definitivo a la ausencia. Desterrado el "horror vacui" procuramos en occidente el entorno zen, lejos aún del sosiego interior. Espacios sanos en espíritus insanos.
Lo extrafino, extraplano, ultraligero, minimísimo, diminuto, apenas perceptible, son valores en alza. Cualquier objeto cercano a su propia ausencia es deseable.

Cerca de su desaparición volvía a caminar una y otra vez por la misma acera... con el mismo traje... con la misma boca cerrada...

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