martes, 28 de febrero de 2012

He visto cómo las manos mancillaban la Presencia y cómo la mente era absorbida por una gran Sombra. Cada día mueren los que han de morir y nacen los que han de nacer, ni más ni menos, pero es cierto que sólo unos pocos viven como vive la flor, la estrella, el agua, o la piedra. Devenimos en Ausencia en la medida que mamamos Ausencia. Hay tantos padres y tantas madres que no quisieron a sus hijos...

martes, 14 de febrero de 2012

Al preguntarse todas las noches ¿qué has aprendido hoy? se mantiene la presencia durante el transcurso del día. Se discrimina entre la fluctuación redundante de lo vivido (la ausencia) y la consciencia de lo que siempre estaba ahí pero nunca había sido percibido. Esa pregunta ingenua, infantil si se quiere, refresca la mirada y la escucha, y puede ser el remedio a vidas enajenadas, alienadas... ausentes.